viernes, mayo 16, 2008

La técnica del monito

Una vez salí con un chico que había conocido en un boliche. Ya nos habíamos dado unos besos antes, pero esta vez era nuestra primera cita. Me pasó a buscar por mi casa como un caballero, me abrió la puerta del auto, me invitó unos tragos en un bar y cuando me estaba dejando en mi casa, después de haber pasado una noche espectacular me dice: “Tengo que confesarte algo. Estoy de novio hace cuatro años”.
Yo no lo podía creer, qué humillación, qué insulto, ¡Qué hijo de puta! Muy tranquilamente le pregunté qué carajo le pasaba y cuál era su maldito problema. Me respondió que yo le había fascinado y que no había sido su intención meterle los cuernos a su novia pero que había “flasheado conmigo”. Por supuesto que me bajé del auto y no le volví a atender sus llamados. Hablando con amigas y compañeras de laburo todas me miraron con cara de: No puedo creer lo inocente y estúpida que sos, todos los hombres hacen eso.
Y es verdad, es una práctica comúnmente usada por los hombres de cualquier edad. Hasta el nenito de 5 años termina dejando a su compañerita con galletitas de vainilla una vez que se asegura que otra amiguita llegó al jardín con las de chocolate.
Definición de diccionario de “Hizo la maniobra del monito”: dicese del hombre que no deja una mina, generalmente su novia o mujer, hasta que no tiene a otra 100% enganchada, enamorada, asegurada.
La mayoría de nosotros queremos lo que no podemos tener. ¿Pero que pasa cuando pensamos que tenemos lo que queremos y aparece algo más? ¿Nos arriesgamos a eso extra o nos quedamos con lo que tenemos? Las mujeres generalmente vamos por lo seguro y confiable, nos quedamos con lo que tenemos. Seguras de que si lo elegimos fue por algo y que no vale la pena arriesgarse por algo que no es de fiar. Y si no, cortamos lo que tenemos y emprendemos la nueva aventura. Yo no hablo de que las mujeres no metamos los cuernos, me refiero a emprender nuevas relaciones, de tener vidas paralelas y eso es exclusivo de los varones.
Los hombres quieren las dos cosas. Hasta que no tienen agarrada la otra rama no sueltan la que tienen. Puede llegar a ser por inseguridad, por la incomodidad de la rutina o cualquier otra razón que se les ocurra, pero la mayoría del sexo débil (el masculino) elige tener por un tiempo las dos cosas. Y así es como muchas mujeres terminan saliendo con hombres casados o de novios tal vez sin enterarse (aunque claro que hay algunas que sí lo saben y no les importa, pero son minoría).
Para mi la técnica del monito la usan los cagones, los que no tienen huevos para cortar lo cómodo siendo honestos con la otra persona. Es para los inmaduros que no tienen el coraje para decir las cosas como son y les es más fácil engañar para salirse con la suya. Y lo patético es que muchas veces lo consiguen.

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